El
Adab y la adoración más aceptable
Nuestro Gran Sheij decía que las buenas maneras son el punto más
importante de nuestro camino y en todas las religiones. Adorando, la gente se
puede aproximar al Paraíso, pero mediante las buenas maneras, el adab,
la gente se aproxima a su Señor. No cabe duda de que estar cerca de la
Divina Presencia es mejor que solo la adoración. La adoración sin
adab es como un cuerpo sin alma, pues el adab es el alma de la adoración.
Nuestro Gran Sheij era un buen ejemplo para aprender buenas maneras. La shaira
enseña la adoración. La tariqat enseña la manera de mantener
el adab con el Señor.
Hablaba
una vez de la más bella forma de adoración. Allah nos enseño
por medio de Su Profeta la forma más perfecta de adoración. ¿Cuál
es ésta? Según los 7007 shuyuj de la tariqat Naqshbandyya, que
son gentes que habían llegado a la vida real durante esta vida temporal,
a los que se les había concedido la certeza del conocimiento (ilm al-yaqin),
la certeza de la visión y la certeza de la verdad, y de sus bocas sólo
sale la verdad como salía de Abu Bakr as-Siddiq, gente, en definitiva,
en los que podemos confiar sin ninguna duda, coinciden todos en este punto, y
es que la más bella forma de adoración está en el fayr, la
oración de la mañana.
Es tan
importante porque en cada amanecer es cuando la energía sagrada se transmite
a cada criatura. La nueva vida se distribuye a todas las criaturas, y este instante
debe ser observado por todos. Hasta para los inconscientes, los durmientes, sus
almas deben estar listas para la ceremonia. El Profeta Muhammad, la paz y las
bendiciones sean con él, siendo la criatura más distinguida de los
representantes de Allah, ordena a Bilal dar el adan en el primer cielo. Todos
los Profetas y awliya del barzaj deben atender a la oración, pues es obligatorio
para ellos. Para la mayoría de los habitantes del barzaj que no pudieron
alcanzar el nivel de las verdaderas características humanas en esta vida,
la oración no es obligatoria (fard), pero es opcional (sunnah). Como la
oración del viernes (salat al-yumua) es fard para los hombres libres, pero
no para las mujeres, los esclavos, los enfermos o los ciegos. El Profeta, la paz
y las bendiciones sean con él, es el imam (el que dirige la oración)
y Bilal hace el adan cada día en el barzaj. Todo aquel que en este mundo
que escuche a Bilal debe atender a esa oración. De
esta reunión descienden luces a todos los que dirigen la oración
del fayr en la Tierra. Los que dirigen la jamma (grupo) son solo figuras aquí,
pero en realidad rezan allí. Allah protege a aquellos que rezan.
Nuestro Gran Sheij decía que los awliya son capaces de escuchar la llamada
celestial de Bilal llamando a la oración y guardan la shariah de forma
severa, dejando clara que esta es la única vía para llegar a los
Cielos. Decía que Allah dispone un ángel para cada grupo que reza
el fayr y que aquel que atiende a esta oración obtiene la misma recompensa
que la de haberlo rezado tras el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él.
Allah hace de esta oración una fuerte razón para mantener a los
atendientes lejos de todo mal y peligro ese día. Dice: “O siervos,
debéis saber ciertamente, que rezar os mantiene lejos de la maldad y de
lo perjudicial. Aquel que realice el fayr será resguardado en Mi seguridad”.
Nuestro Gran Sheij dijo que el primer creyente del Islam, Abu Bakr as-Siddiq,
una vez le pregunto al Profeta: “O Rasullullah, cuál es la descripción
del grado más bajo de una oración aceptable que le dé protección
a aquel que la realice”. Dijo: “Si un hombre dice ‘allahu akbar’
con la intención de rezar, pero estuviese tan ausente que solo pudiese
recordar después el haber dicho ‘as-salam alaikum’ al finalizar,
es suficiente y le protegerá de la furia de Allah en el otro mundo”.
Sobre el Isha (oración de la noche), nuestro Gran Sheij dice que Allah
hizo ángeles especiales de Su Luz Divina para que estén presentes
en el primer cielo cada noche y Abu Bakr as-Siddiq es su imam. Quien rece isha
en congregación tiene la recompensa de haberlo rezado tras Abu Bakr. La
luz de estos ángeles es tal que solo los shuyuj de la Naqshbandyya pueden
mirarlo. El rezar el isha en congregación os evitará del mal esa
noche. Ahora ya sabéis lo apreciable que es hacer la oración
del fayr y el isha. Por eso Shaitan trata de que no las hagáis a gusto,
diciéndoos que necesitáis descansar en esos momentos. Por eso todo
aquel que lucha para hacer las oraciones de todas formas es un luchador del Jihad
al-Akbar.
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